Se trata de una finca muy especial, en la que el edificio principal, se encuentra catalogado, por su singularidad y belleza, con un grado de protección estructural, que, según las Normas Subsidiarias vigentes en el municipio, se aplica a los edificios, elementos o agrupaciones que, por su valor histórico o artístico, o por su calidad arquitectónica, constructiva o tipológica, se singularizan dentro del casco o del municipio. Las obras permitidas, según este grado de protección, son las de conservación y puesta en valor de la edificación, mantenimiento, consolidación y acondicionamiento. También incluye una segunda edificación, más pequeña, originalmente destinada a vivienda del guardés-jardinero, que no se encuentra catalogada.

Ambas edificaciones se ubican en un magnífico y excelentemente bien cuidado jardín, con ejemplares singulares y centenarios de cedros, cipreses, etc. de gran porte, en perfecto estado de conservación, y con un pozo de abastecimiento de agua para el riego. Actualmente el jardín se encuentra calificado como zona verde privada.

Resulta importante destacar que, tanto en la Nota Simple del Registro de la Propiedad como en la Cédula Urbanística emitida por el Ayuntamiento, la edificabilidad de la finca es de 846m2. Sin embargo, en realidad hay consumidos unos 700m2 construidos entre el edificio principal (catalogado) y la vivienda del guardés-jardinero (no catalogado), lo que significa que la edificabilidad total no está agotada, quedando unos derechos edificatorios por consumir (aprox. 160m2).

La vivienda principal consta de un espectacular salón de entrada y un segundo salón acristalado con vistas a los alrededores de la finca, gran cocina con office y cámara frigorífica, 8 habitaciones de gran tamaño con vistas hacia la Sierra de Guadarrama y al jardín y 6 cuartos de baño.

La vivienda del guardés consta de salón-cocina, 3 habitaciones y un cuarto de baño completo.

La edificabilidad remanente permitiría el incremento de la superficie construida sobre la parcela (aunque estos m2 no pudiesen materializarse en el edificio principal al estar éste protegido); sin embargo, podrían incrementarse en la vivienda del guardés-jardinero o en otra construcción auxiliar.

Entre los dos edificios existía una carpa, de 214 m2 según la ficha del Catastro, que ha servido durante 20 años para la celebración de eventos (bodas, bautizos, banquetes, etc.). En la actualidad se encuentra desmontada.

La finca dispone de licencia de actividad y de funcionamiento en vigor para Salones de Banquetes, actividad para la que la Comunidad de Madrid se ha pronunciado favorablemente en cuanto a la compatibilidad con la de Bar-Restaurante (Expedientes GTD 13944/2022 y EAP2010005.EAA).

Por otra parte, se ha negociado un aumento adicional de la edificabilidad de unos 200m2 proveniente de otra parcela próxima a la finca.

A la anterior finca registral le complementa otra finca registral calificada como zona verde privada, con una superficie de 340 m2, en la que se ubican unas construcciones bajo rasante consistentes en un pozo de agua y un aljibe de 189 m2 para el suministro de agua de riego a la finca principal antes descrita.